Desde mayo todos los vehículos motorizados deberán tener las patentes grabadas

Desde el 15 de mayo de 2025, todos los vehículos motorizados que circulan en Chile deberán tener las patentes grabadas en vidrios y espejos, tal como estipula la Ley 21.601 que busca reducir el robo de piezas.

A continuación te contamos todo sobre esta norrmativa:

¿Cuántos vidrios se deben grabar?

El grabado debe estar presente en al menos, 6 vidrios (laterales, luneta y parabrisas), además de los 2 espejos laterales. Ello, en caso que el vehículo tuviese más, donde sólo se exigirá el mínimo (ejemplo, furgones o buses). Ahora, si se trata de aquellos que cuenten con menos vidrios o espejos (por ejemplo, motos), la patente deberá estar grabada en todos sus espejos.

¿Qué características debe tener el grabado?

Que sea permanente. Vale decir, que haya implicado un desgaste al vidrio y espejo, más allá de la técnica utilizada (arenado, tallado, ácido, etc.)

Que la letra sea legible, y en formato normal. Es decir, que no use elementos como cursiva o negrita. Y todo, siempre en mayúscula.

Para las letras y dígitos de los vidrios, entre 7 y 10 milímetros de altura.

Por su parte, en los espejos laterales, la altura deberá ser entre 5 y 10 milímetros.

¿Dónde va el grabado?

Cabe señalar que los vehículos que determina el artículo 54 de la Ley de Tránsito (por ejemplo, aquellos de labores policiales o de FF.AA., o bien, vehículos extranjeros en tránsito temporal en el país), quedan exentos de esta solicitud.

Y en el caso de vehículos que cuenten con su patente pintada en sus costados (como taxis o camiones), deberán realizar el grabado sólo en espejos laterales y parabrisas.

 

¿Y los vehículos nuevos?

Desde septiembre de 2014, según consigna la norma, las concesionarias deben entregar todos los vehículos nuevos con la patentes debidamente grabadas en vidrios y espejos.

¿A qué se arriesgan quienes no cumplan con la norma?

A partir del 15 de mayo de 2025, tener los vidrios y espejos grabados de forma correcta es necesario para poder sacar la revisión técnica de tu vehículo. Y quienes sean controlados por fiscalizadores, inspectores o Carabineros y no cuenten con el grabado, arriesgan una multa que va desde 1 a 1,5 UTM.




Las inversiones de los municipios beneficiados por los fondos del Royalty

Seguridad, salud y apoyo a la comunidad: Más de un centenar de comunas ya han usado los recursos entregados en abril de 2024 gracias a los fondos puente de la Ley de Royalty. En total, se repartieron 93 mil millones por Fondo de Comunas Mineras y Fondo de Equidad Territorial. Dentro de las iniciativas, se incluyen la entrega de becas de excelencia académica, compra de vehículos para el traslado de pacientes y adquisición de drones y cámaras de vigilancia.

161 municipios beneficiados por el Fondo de Equidad Territorial y 24 de los que recibieron recursos gracias al Fondo de Comunas Mineras han dado cuenta del uso de los montos recibidos gracias a los Fondos Puente de la Ley de Royalty.

 

Este fue un aporte extraordinario tramitado por el Gobierno del Presidente Gabriel Boric ante el Congreso, en el marco de la Ley de Presupuestos 2024, como un adelanto de recursos previo a que la Ley de Royalty entre en régimen el año 2025. Los municipios beneficiados deben dar cuenta de sus modificaciones presupuestarias y ejecución de gastos trimestralmente a la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo que, a su vez, informa al Congreso Nacional y Contraloría General de la República.

 

Según el último informe entregado, en el pasado noviembre, los recursos se han utilizado en múltiples formas, tanto como para el uso interno de los municipios, como para la inversión en proyectos, compras y usos en directo beneficio de la comunidad.

 

Una de las inversiones que se destaca es en materia de seguridad. En este ámbito, se han comprado drones para vigilancia en las comunas de Machalí y Lota; en Copiapó se compró un vehículo y equipamiento para programas de seguridad pública; en Carahue se destinaron fondos para la compra de combustible para los vehículos de seguridad ciudadana; se compraron cámaras de vigilancia en Purranque; en Los Sauces se contratará un inspector municipal dedicado a seguridad y en Vilcún se destinaron recursos para la compra de chalecos antibalas para inspectores municipales. Asimismo, distintas comunas como La Cisterna, Lanco y San Javier dispusieron parte de los fondos para comités de seguridad o fondos concursables en la materia.

 

La recuperación y mejoramiento del espacio público también ha concentrado uso de recursos, como para el arreglo y reposición de luminarias en Litueche, Villa Alemana, Olmué, Los Álamos, Niquen, Lanco, Lumaco, Río Ibáñez, Calera, Punitaqui y San Fabián. Junto a ello, en Coquimbo, Yungay, Quemchi y Coltauco se invirtió en mejoras de mobiliario, juegos, árboles o veredas de plazas, mientras que en Bulnes se habilitará una multicancha y en Portezuelo se dispondrá de un refugio peatonal.

 

Por otro lado, también destacan las inversiones relacionadas a salud. Una decena de municipios transfirió montos a aquellos departamentos; en Doñihue, Panquehue y La Estrella se usaron recursos para la implementación y puesta en marcha de la farmacia comunal; en Lanco se contratará un odontólogo para su departamento; en Vichuquén cambiarán la cubierta del CESFAM; y en Isla de Maipo y Hualqui tendrán vehículos para el traslado de pacientes.  Asimismo, en Catemu y San Rosendo se contratarán personas para ejercer labores de cuidado.

 

La educación también ha sido área de inversión con, por ejemplo, la entrega de fondos para becas de excelencia académica o deportiva tal como lo hicieron las comunas de Monte Patria, Panquehue, San Clemente, Pinto, San Antonio, Papudo, Algarrobo, Contulmo, Palena, Chillán Viejo, Niquen y Huasco. En Palmilla se compró un furgón para traslado de alumnos y en más de una decena de otros municipios se transfirieron recursos directamente a sus departamentos educativos.

 

El cuidado al medioambiente no se quedó atrás. En Saavedra, Palena y Lago Verde se invertirá en la recolección y deposición final de residuos sólidos; en Florida y Mariquina se comprarán nuevos contenedores de desechos; y en Dalcahue se arrendará un vehículo para retiro de basura.

 

Asimismo, los municipios de Doñihue, Peralillo, Puente Alto, Mariquina, Lago Ranco, Curanilahue, Ercilla y Curaco de Vélez entregaron subvenciones o invertirán en mejorar espacios de los Cuerpos de Bomberos.

 

También hubo municipios, como Peumo, Padre Las Casas, Pinto y Doñihue que usaron parte de los montos recibidos gracias a los Fondos Puente de la Ley de Royalty en servicios veterinarios, como habilitación de centros, materiales y alimentos para animales.

 

Es importante destacar que estos recursos son de libre disposición por parte de los municipios, que solo deben contar con la aprobación de su Concejo Municipal para destinar sus usos. Asimismo, el reglamento de los Fondos Puente no determina una temporalidad de cuándo deben ser invertidos.

 

*Este es un listado descriptivo y no exhaustivo de uso de recursos, debido a que hay más municipios que han utilizado los fondos y en otras áreas.




Frente de Río transforma la ribera del Mapocho en Talagante

Restauración ecológica y movilización comunitaria: El proyecto “Consolidación del Sendero Ecológico Humedal Mapocho Urbano de Talagante” impulsado por la Fundación Frente de Río, busca revitalizar el ecosistema ribereño, promover la conciencia ambiental y formar líderes locales, a través de la reforestación con especies nativas y actividades comunitarias. Con el respaldo de Fundación Lepe y diversas organizaciones, se espera consolidar este espacio como un modelo de desarrollo sostenible y regeneración ecosocial.

En la ribera del río Mapocho, en Talagante, existe un espacio que antaño fue un vibrante punto de encuentro, donde la comunidad se bañaba y disfrutaba del entorno natural. Sin embargo, con los años, la acumulación de basura y prácticas inadecuadas han deteriorado este lugar, despojándolo de su vitalidad. Frente a esta realidad, un grupo de jóvenes visionarios ha decidido transformar este espacio degradado en un símbolo de regeneración ambiental y cohesión comunitaria. El proyecto ‘Consolidación del Sendero Ecológico Humedal Mapocho Urbano de Talagante como herramienta para el desarrollo de culturas regenerativas’, liderado por la organización Frente de Río y apoyado por el Fondo Común Regenerativo de Fundación Lepe, busca no solo restaurar la ribera talagantina del río Mapocho, sino también educar e involucrar a la comunidad en la protección de este ecosistema. La activa participación de vecinos y vecinas está creando una nueva relación con el entorno, enfocada en la sostenibilidad y el respeto hacia este valioso espacio natural.

Desde 2018, esta iniciativa ha buscado proteger y recuperar el patrimonio natural y cultural de la ribera, abordando desafíos ambientales tales como la contaminación, la ocupación ilegal del borde ribereño, la deforestación y contaminación de sus aguas. Mediante la reforestación con especies nativas y la limpieza de microbasurales, el proyecto ha logrado importantes avances en la restauración del ecosistema de la zona. En 2023, Frente de Río fue uno de los siete ganadores del Fondo Común Regenerativo, recibiendo apoyo financiero, técnico y comunicacional para seguir impulsando su trabajo hasta 2025.

“Este proyecto es más que un sendero; es un espacio para la regeneración ecosocial, donde los vecinos no solo se reconectan con la naturaleza, sino que también se convierten en agentes activos de su cuidado y protección”, explica Ulises Mayol, encargado del proyecto.

Utilizando el método de plantación Miyawaki, que permite una reforestación densa y acelerada en áreas pequeñas, se han establecido ya cinco nuevos núcleos de bosque nativo, cubriendo un área de aproximadamente 400 m². “Al utilizar el método Miyawaki, no sólo aceleramos el crecimiento de los árboles nativos, sino que también aseguramos que estos bosques se desarrollen de manera más resiliente y densa. Este enfoque es clave para crear espacios verdes que beneficien a la biodiversidad local, mejoren la calidad del aire y ofrezcan áreas recreativas para la comunidad. Cada árbol que plantamos es un paso hacia un futuro más sostenible para Talagante y sus alrededores” comenta Mayol.

El objetivo es plantar al menos 700 nuevos árboles durante este año, ampliando los núcleos de vegetación y fomentando la regeneración del ecosistema local. Especies nativas como Quillay, Barraco, Tara, Quebracho, Algarrobo y Matico están entre las seleccionadas para este esfuerzo.

Hasta la fecha, se han realizado nueve actividades comunitarias donde han participado más de 300 voluntarios, incluyendo reforestaciones, limpiezas de microbasurales y rutas ecopedagógicas. En el último semestre, estas iniciativas han involucrado a 42 nuevos monitores, que han sido capacitados por el equipo de Frende de Río para dar continuidad al proyecto y aumentar su impacto en el tiempo.

Josefina González, voluntaria del proyecto, explica que participar en esta iniciativa ha sido una experiencia muy enriquecedora porque “me ha permitido aprender sobre la organización y reforestación, conocimientos que quiero llevar a nuestra agrupación Cordillera Poniente en Padre Hurtado. Me inspira ver cómo personas de todas las edades, profesiones y nacionalidades se unen para cuidar el medio ambiente, pero, sobre todo, me llena de esperanza ver el entusiasmo de los jóvenes. Ver el crecimiento de los árboles y cómo cada vez más personas se suman para cuidar la ribera del río me da la certeza de que vamos por buen camino. A quienes dudan en involucrarse, les diría que es una experiencia maravillosa, una oportunidad de disfrutar la naturaleza, de escuchar a las aves y apreciar los paisajes. Esto no solo nos conecta con nuestro entorno, sino que también es un respiro que nos ayuda a enfrentar el agotamiento que vivimos hoy en día.”

“Desde Frente de Río, queremos consolidar este espacio como un lugar virtuoso, donde la comunidad pueda aprender, cuidar y compartir en armonía con el entorno”, añade Mayol. “El trabajo comunitario es esencial para el éxito de iniciativas como la regeneración del borde ribereño de Mapocho Talagante. Sin la participación activa de los habitantes, los esfuerzos por restaurar el ecosistema de la ribera no tendrían el mismo impacto. Crear conciencia ambiental va más allá de las acciones puntuales; es necesario fomentar un vínculo profundo entre las personas y su entorno. La participación de la comunidad no solo fortalece el sentido de pertenencia, sino que también transforma a cada habitante en un guardián de su propio territorio. Lo que no se conoce, no se cuida, y es por eso que involucrar a los vecinos, a través de actividades educativas y de reconexión con la naturaleza, es clave para garantizar la sostenibilidad de estos espacios. La protección del humedal no es solo un esfuerzo ecológico, sino un proceso de regeneración social donde la comunidad aprende a valorar y defender su patrimonio natural”.

Frente de Río también ha sumado la colaboración de instituciones como la Municipalidad de Talagante, ONGs socioambientales de la provincia, la Universidad Católica y varias escuelas locales, lo que refuerza el enfoque colaborativo del proyecto.

Con el apoyo de Fundación Lepe, y bajo el compromiso de fortalecer la relación entre la comunidad y el medio ambiente, la ribera del río Mapocho Talagante se perfila como un ejemplo de cómo la regeneración ecosocial puede ser el camino para hacer frente a la crisis climática y de biodiversidad actual.

Fotos de apoyo

Contacto de prensa: Evelyn Dixon | evelyn@fundacionlepe.cl | cel. 962092387